Con un peso a considerar en la arquitectura nacional, los edificios de Victor Rabú definen la identidad
de fines del siglo XIX. Apenas a una cuadra del complejo se encuentra la icónica iglesia Clara Jackson de Heber.
Se captan las visuales hacia el corazón del arbolado barrio Atahualpa como potencial de proyecto, por lo que se
retiran las fachadas de las medianeras. Los espacios sociales parecen expandirse fuera de los apartamentos hacia
las terrazas, hacia el verde, sacando además el máximo provecho del minimalismo que domina el espacio en todos los niveles.